El bruñido emplea limas abrasivas a baja velocidad para mecanizar los diámetros interiores cilíndricos. Es una operación apta para lograr superficies de baja rugosidad dentro de tolerancias estrictas, eliminando conicidad y ovalidad y sirve para dar al interior del cilindro una textura de líneas organizadas, uniformar el cilindrado interior en toda su longitud y borrar rasguños, respetando las tolerancias.

Esta operación se realiza sobre una gran gama de materiales como aceros al carbono y aleados, fundición de hierro, aceros inoxidables y materiales no ferrosos. Este proceso es imprescindible en cada reparación. Actualmente estamos en condiciones de efectuar el bruñido interior de piezas con diámetros comprendidos entre 25 y 550mm.En forma normal bruñimos un largo máximo de 6000mm.

Niveles de bruñido:

- Mínimo; para la textura de líneas organizadas

- Regular; para desaparecer ligeros rasguños internos

- Sobre medida; para borrar rasguños profundos

Todos los fabricantes de sellos recomiendan realizar el bruñido antes de realizar un cambio de sellos, para así mantener una superficie lubricada alargando así su vida útil.